Nos escribe FACUNDO PENAYO
Hola querida comunidad de Río Grande, les escribo desde San Carlos de Bariloche como algunos ya saben, me encuentro aquí hace ya más de 4 meses y la verdad es que el tiempo transcurrido hasta ahora me ha sorprendido gratamente.
La convivencia con la comunidad salesiana está siendo de forma agradable y fructífera, como de igual manera los vecinos del barrio, que nos abren las puertas de su casa y de sus familias para estar más cercana a ellos. Sumado a las diferentes actividades en las que acompaño y aporto mi granito de esfuerzo y compromiso, desde el apoyo escolar y clases de guitarra, hasta aprender el oficio de un carpintero o herrero, todo movimiento y encuentro que realice tiene una enseñanza y aprendizaje de forma reciproca.
Es aquí donde decidí ponerme el desafío de ser acompañado y acompañar (si, en ese orden), de mirar la vida con un corazón abierto para ser abrazado por aquel que derrocha amor en su mirada y afecto, de dejarme asombrar en lo cotidiano con alma de niño dispuesto aceptar y amar aquello que me conmueve, a desarrollar una visión crítica y constructiva del rol que desempeño en la sociedad, por aquel anhelo que me une y da sentido a mis sueños gracias a la Salesianidad.
Al momento de escribir y leer estas palabras que van naciendo con espontaneidad me llevan a un espacio de reflexión constante conmigo mismo, a un terreno desconocido donde me pregunto ¿Por qué no había visto esto de la vida? ¿Era necesario aventurarme a otra ciudad para redescubrir otra mirada? ¿Será que esto me ayudara a cambiar el mundo? Y muchas preguntas más…
En lo único que me encuentro seguro es que la vida te lleva a un sinfín de caminos los cuales estamos transitando y que no tienen un punto de llegada, que aquello vivido no cierra un ciclo, sino que, nos brinda la oportunidad de aprender y disfrutar el presente como un regalo que nos fue dado y tenemos que hacerlo valer.
Facundo
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